A inicios del mes de febrero de este año Gestión publicó los comentarios de algunos funcionarios del Poder Judicial respecto a que los martilleros públicos estarían actuando mal en los remates judiciales, permitiendo la corrupción y haciendo que estos procesos sean onerosos para los deudores.
Al respecto, representantes de los martilleros públicos salieron a aclarar que esas opiniones son infundadas y tienen como único objetivo que los actos del remate retornen a los jueces comerciales.
No niegan que algunos martilleros estén involucrados en actos de corrupción, pero aclaran que este se da porque nadie los sanciona. Afirman que quienes están llamados a observar las irregularidades de los martilleros y sancionarlos son los propios jueces comerciales, pero no lo hacen.
¿Dónde surge la corrupción en los remates judiciales? “De los propios jueces; hay una asociación entre algunos jueces y algunos martilleros”, afirmó Carina Vargas, martillero público y presidenta de la Asociación Americana de Martilleros Públicos.
Indicó que algunos jueces comerciales designan a “dedo” a los martilleros, sin respetar la elección rotativa tal como establece la Oficina de Registro de Peritos Judiciales (Repej) a través de un software. “Repej tampoco hace respetar la norma, más bien permite las irregularidades”, apuntó.
Vargas relató que se percataron de las anormalidades porque vieron que ciertos martilleros tenían varios procesos de remates, mientras que otros casi nada, lo cual no es lógico porque la elección es rotativa.
Ahora, ante estos reclamos y para no hacer muy evidente la irregularidad, los jueces estarían manipulando el software (que permite la elección rotativa) hasta que salga el martillero de su preferencia, afectando la secuencia en la elección.
La cosa no queda ahí. El martillero público Leonardo Vera Villena, afirmó que hay indicios de que algunos jueces “arreglan” con los postores “cachineros” (mafias de revendedores de inmuebles) antes de ordenar el remate, y otras veces demoran en ordenar el remate permitiendo al deudor la recuperación del bien.
Como consecuencia de estos actos irregulares, dijo, están en investigación 6 jueces comerciales, 4 secretarios y tres asistentes administrativos. Cabe indicar que actualmente hay 17 jueces comerciales.
“Entonces, el Poder Judicial no puede afirmar que la corrupción se origina con los martilleros”, acotaron.
Fuente:
http://gestion.pe/
[Comentario: Nosotros hemos recibido muchas noticias sobre actos de corrupción en los remates judiciales, pero casi todas provenientes de anónimos. A todas las personas que puedan probar sus afirmaciones, los invitamos a comunicarse con nosotros para hacer pública su denuncia]
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ResponderEliminarEstimados visitantes:
ResponderEliminarSegún la noticia publicada estos serían los casos de corrupción más frecuentes:
1) Algunos martilleros públicos actúan mal en los remates judiciales.
2) Algunos jueces designan a “dedo” a los martilleros.
3) Algunos jueces “arreglan” con los postores “cachineros” (mafias de revendedores de inmuebles) antes de ordenar el remate.
4) Algunos jueces demoran en ordenar el remate permitiendo al deudor la recuperación del bien.
Dicho esto, el señor Mergoni Cabrera que menciona el visitante anónimo aparece como demandante en un proceso que dio origen a un remate judicial:
http://negociossegurosperu.blogspot.com/2010/04/remate-casa-en-san-martin-de-porres.html
Para luchar contra los actos de corrupción hay que distinguir las denuncias serias de las que tienen otras intenciones. Por tanto, si el visitante anónimo no puede aportar ninguna prueba que respalde su afirmación, el comentario anterior será eliminado en 15 días a partir de esta fecha.
Saludos.
En Arequipa los martilleros más corruptos son los que son designados y vienen desde Lima. Y quieren cobrar sus viáticos asolapadamente con lo de la facturación de su 5% de honorarios ,así se caiga posteriormente el remate ,y los perjudicados somos algunos de los adjudicatarios que participamos honestamente por querer aprovechar una oportunidad de adquirir un bien a precio bajo , pero al final resulta más caro que comprar directamente de un vendedor.
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